Me perturbas, muñeco
Corrían, aunque en realidad volaban, los ochenta aún cuando vi por TVE tiempo de amar, tiempo de morir con el guapo John Gavin. La cosa no va por crítica fílmica, eso me da igual, lo interesante en este caso es que estaba doblado con una voz (española) profunda, ronca, que me parecía adecuada a su imagen. Curiosamente, días después, me tocó ver, esta vez por la tv argentina, la misma película. Pero, para mi desencanto, John tenía una voz (mexicana) algo suave, melosa que me perturbó, et pourquoi?
Recordé esto después de leer a Tono y sus divagaciones transexuales. También he permutado mi identidad sexual alguna vez por la red, cuando he jugado. Y es curioso, si pones un nombre femenino algo estereotipado, tus rivales te tratan con cierta suavidad, te van explicando todo, puedes llegar a sentir que eres una subnormal sin vuelta. Si es que no te toca algún desesperado, que ya te quiere ver por webcam en ropa interior y danzándole el baile de los 7 velos. Ahora bien, si el nick lleva un nombre de hombre y juegas con una mujer, también la experiencia tiene sus bemoles. Ya no eres la retrasada mental de antes, pero eres algo como el superhéroe de alguna novela, pasas a ser un ente acosado por tu contrincante. Descubrí que lo más adecuado era echarse 20 o 30 años más, ser tratada como abuelita es más grato, y si pierdes hasta te consuelan. Perturbador. And, why?
Marina, argentina ella, psicóloga, me contaba una vez de una cita con un muchacho que de veras le gustaba mucho:
-y vos no sabés, ahí estaba: estúpida, ¡me puse estúpida, ché!... ¿vos sabés que llegué a decirle?...mira vós que retarada... me puse a tocar unas ligustrinas que habían ahí y le dije que si no pensaba qué bonitas las plantas, ché... y le pregunté qué eran... ¡ché, eran ligustrinas!, ¡y yo le pregunté que eran!... ¿vos pensás qué habrá pensado entonces?, esta tipa es re-ta-ra-da!...-. Es sabido que cuando nos enamoramos, nos ponemos estúpidos, patéticos es mi visión cariñosa del asunto, pero nos quedamos a veces con el estereotipo, pareciera que debiéramos siempre estar en ese estado. Me perturba. E perchè?
La parte más patética, de este cuasi lamento sexista, es la parte del desempeño laboral. Ahí salen los cuatro demonios que duermen en una. No se trata de quien te abre la puerta o quien te habilita la silla, eso es parte de la cortesía, como lo es el servir el café al amigo o no dejarle fregar los platos, cosas que se llevan bien, tiene su cosa cariñosa, es parte del contrato cultural. Lo inquietante es cuando el lenguaje que se usa en una reunión se torna incómodo, es decir, cincuenta disculpas para una, por todos los el gueón, la cagá, la gueá que se emiten. Es cuando me dan ganas de decirle que no me ofende tal léxico, pero que hablai como las güevas, hablai como las güevas, pero una asiente, echando mano a todas esas cositas que tu padre te enseñó para que parecieras señorita. Al final de la reunión, fuiste taaaan señorita que nadie se dio cuenta que estaba frente a un par profesional. Lamentable. Und warum?
No busco respuestas, faltaría más; me interesa algo mucho más sencillo. Quiero mayor transparencia. Aquel o aquella que aprendió a desenvolverse de maravilla en un mundo de estereotipos, cuyo lado más agobiante es el sexismo, debiera saber respetar a aquel o aquella cuya visión es diferente, que no sólo hay que ser homosexual o heteresexual en la vida, hay miles de formas más que ofrece este ser y estar en la vida humana. Es cosa de salir a descubrirlo imagino.
Insondables misterios de la mente, los estereotipos ideados, heredados y tal.
Recordé esto después de leer a Tono y sus divagaciones transexuales. También he permutado mi identidad sexual alguna vez por la red, cuando he jugado. Y es curioso, si pones un nombre femenino algo estereotipado, tus rivales te tratan con cierta suavidad, te van explicando todo, puedes llegar a sentir que eres una subnormal sin vuelta. Si es que no te toca algún desesperado, que ya te quiere ver por webcam en ropa interior y danzándole el baile de los 7 velos. Ahora bien, si el nick lleva un nombre de hombre y juegas con una mujer, también la experiencia tiene sus bemoles. Ya no eres la retrasada mental de antes, pero eres algo como el superhéroe de alguna novela, pasas a ser un ente acosado por tu contrincante. Descubrí que lo más adecuado era echarse 20 o 30 años más, ser tratada como abuelita es más grato, y si pierdes hasta te consuelan. Perturbador. And, why?
Marina, argentina ella, psicóloga, me contaba una vez de una cita con un muchacho que de veras le gustaba mucho:
-y vos no sabés, ahí estaba: estúpida, ¡me puse estúpida, ché!... ¿vos sabés que llegué a decirle?...mira vós que retarada... me puse a tocar unas ligustrinas que habían ahí y le dije que si no pensaba qué bonitas las plantas, ché... y le pregunté qué eran... ¡ché, eran ligustrinas!, ¡y yo le pregunté que eran!... ¿vos pensás qué habrá pensado entonces?, esta tipa es re-ta-ra-da!...-. Es sabido que cuando nos enamoramos, nos ponemos estúpidos, patéticos es mi visión cariñosa del asunto, pero nos quedamos a veces con el estereotipo, pareciera que debiéramos siempre estar en ese estado. Me perturba. E perchè?
La parte más patética, de este cuasi lamento sexista, es la parte del desempeño laboral. Ahí salen los cuatro demonios que duermen en una. No se trata de quien te abre la puerta o quien te habilita la silla, eso es parte de la cortesía, como lo es el servir el café al amigo o no dejarle fregar los platos, cosas que se llevan bien, tiene su cosa cariñosa, es parte del contrato cultural. Lo inquietante es cuando el lenguaje que se usa en una reunión se torna incómodo, es decir, cincuenta disculpas para una, por todos los el gueón, la cagá, la gueá que se emiten. Es cuando me dan ganas de decirle que no me ofende tal léxico, pero que hablai como las güevas, hablai como las güevas, pero una asiente, echando mano a todas esas cositas que tu padre te enseñó para que parecieras señorita. Al final de la reunión, fuiste taaaan señorita que nadie se dio cuenta que estaba frente a un par profesional. Lamentable. Und warum?
No busco respuestas, faltaría más; me interesa algo mucho más sencillo. Quiero mayor transparencia. Aquel o aquella que aprendió a desenvolverse de maravilla en un mundo de estereotipos, cuyo lado más agobiante es el sexismo, debiera saber respetar a aquel o aquella cuya visión es diferente, que no sólo hay que ser homosexual o heteresexual en la vida, hay miles de formas más que ofrece este ser y estar en la vida humana. Es cosa de salir a descubrirlo imagino.
Insondables misterios de la mente, los estereotipos ideados, heredados y tal.
13 comentarios
IEVI -
Joe el Misterioso -
Seguro, problemas con respecto a la educacion personal, o bien de estar acostumbrado a como son las cosas, y creer que en todas partes es igual, etc, etc...
petra -
cariños. P.
AM -
amelia -
Besos, amelia
Claudio -
juan -
Besos. J.
Tono -
Y me causo empatia, lo que escribiste.
Saludos
:)
Roberto -
Zuirdj -
Tono -
Volvere por mas , muahahaha.
petra -
Litio suena bien, me da la sensación de que uno con eso queda fosforescente.
slds. P.
AM -