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PETRA V.1.0

::. chau tano querido .::

::. chau tano querido .::

Lo supe hace días, pero sólo anoche sentí el peso de cierta nostalgia. La razón fue escueta: un choque accidental por la carretera de Córdoba y la vida de Luis en este planeta se esfumó. Tenía 60 años y vivía en Buenos Aires. Amigo de mi padre, tenía eso que tienen los tanos que es inconfundible: intensidad.
Fue un hombre de trabajo, empresario, amante de sus esposas y bellas hijas. Tenía los ojos más bellos que he visto. Después de los de un ex novio que tuve, claro.
El asunto es que anoche lo recordé vívidamente, fue una fugaz visión antes de dormir. Lo conocí brevemente y cuando supe la noticia no sabía qué sentir. Aún no sé. Pero sé que algo me dice ese no saber.

Y soñé otra vez. Tuve un sueño de esos que, decía mi “maestro”, se deben a la bondad divina y que debo agradecer. No existen palabras para el mundo de mis sueños, pero la inmensidad de lo sentido imagino dice de ese lugar que habitamos durante la vida y la muerte. Ahí estarás Luis. Junto a muchos otros. Lo terrible es pensar que te seguiremos invariablemente, uf, me da escalofríos sólo pensarlo.

Por eso, mientras, seguiré burlando al tiempo y sus precariedades con lo que he aprendido sirve: amando.

¿A quién le importa el status?

¿A quién le importa el status?

Alain de Botton acaba de sacar su librito sobre la ansiedad del status, él es bien bestseller para sus cosas. Un hombre joven, guapetón (el de la foto de arriba es él, las piernas son mías, la necesidad de ser autorrefernte puede más) y habla de amor, status y todas esas inquietudes que llenan los libros de autoayuda.

En nuestro país status es una palabra que no se menciona pero importa mucho. No me di cuenta hasta que un día me pidieron que fuera a una reunión y no fuera a ocurrírseme llegar en autobús. Que tomara micro o un radio-taxi. Qué bochorno. Uno, porque detesto los buses y no pensaba tomar uno, segundo porque a continuación de esa pequeña advertencia vino un compendio de coches de los colegas. Cada coche poseía un significado, asociado a su precio, su marca, etc. Agradecí mi disfunción para manejar auto alguno.

Como suelo ser algo victim fashion comprendo algunas cosas, pero existe una mirada diferente cuando de status se refiere. Digamos que la cosa se pone algo ridícula debido a que este país (en vías de desarrollo, dicen) no tiene características de poder adquisitivo mayoritario, entonces aquel que sí posee este poder, se extrema en “demostrarlo”. Suena simple, pero es muy ostensible y degradante para el aspecto civil de la ciudad, y el país.

Por ende, imagino que esa “ansiedad” que menciona Alain debe ser la principal fuente de malestares psicológicos de este país, que marca uno de los más altos índices (del mundo) de enfermedades mentales.

Pero como buen bestseller, dice en su libro fórmulas para salir de ello. No lo he leído, pero no faltan los periodistas avezados que dan información sobre el mundo y así uno evita invertir dinero. Dice este De Botton que la cosa va por entender que no necesitamos aquello que creemos necesitamos. No necesitamos mucho y es importante darle valor a lo que tenemos. Dice que uno vive de dos amores, el primero hacia una mujer y el segundo hacia el mundo...

Qué simple, je. Estoy que me pongo a escribir un bestseller. Creo que empezaré por ver el lado gracioso que debe ser tener “status” en un país que ostenta una pobreza de casi el tercio de su población, aunque las cifras indican que es sólo un 20 por ciento (por cierto son algo como 3 millones de personas que son indigentes, o sea sin ni uno).

Bendito subdesarrollo: das malos ratos, pero buenos poetas.

Me sangra un volcán, me lluevo en abril

Me sangra un volcán, me lluevo en abril

Las ropas nuevas del rey

Leía el otro día que los chicos del país creen saber mucha matemática, cuando en realidad evalúan por debajo de la media requerida. A veces pienso que eso es un mal nacional, otras creo que poco valen estadísticas aleatorias y antojadizas. Tanta ambigüedad en mi pensamiento me hace pensar si no seré de la generación-B, no B de business, sino esa que denominan de lo ambiguo. Bah, poco importa.
El asunto es que me preocupan las mentiras locales que hacen que pensemos global.

Amor Cuántico

Amor Cuántico

¿No te lo dijo Einstein?

Me preguntas por qué tengo esta cara y me pides que te cuente y te digo que creo no sabría describirte porqué y creo que no sé qué palabras representarían lo que hace que te sorprenda tanto en mi rostro.

Pero te puedo hacer imaginar que pude vislumbrar lo que para Einstein era la ilusión del tiempo... pude comprender que cuatro horas inventadas bien pueden decir de lo eterno. Lo que para hoy es ayer y en las estúpidas fracciones de dieciséis cuartos de hora en un cuarto que olvidaremos, hubo un instante, un momento que se me viene a la memoria y tal vez comprendas un poco porque mi cara dice lo que no puedo en palabras:

En la eternidad de un minuto observaba el techo, miraba la pintura descascarándose, conformando figuras cómplices a aquel techo mal cuidado como todo aquel cuarto tal vez. En aquella improvisada decoración, sucedía lo que me desplegaba a otra dimensión, al espacio invisible en donde la mirada enceguecía mi vista y se abrían las puertas sin color: los misterios.

El hombre único, que no nombraré para no dejar la huella de su finitud, me atravesaba del aroma que me pertenecía, del olor que reconocía, que me amaba en ese instante, momento eterno. En mí, el sabor de los trozos de la piel de este hombre eterno, inventándome de sus silencios y aliento. En mí, las manos del hombre visible construían el ritmo de mi respiración. En mí, la transformación para ser la diferencia, ser la hoja en blanco escrita sólo por sus deseos.

En aquel momento burlado a la muerte, extraviado de todo sentido de razón o tiempo, de la completud, el instante en que la desnudez de la intimidad roza los límites de lo comprensible, mis dedos acariciaban, cartografiaban, descifraban cada milímetro de la mano de este hombre enigmático que, ahí para siempre, amaba, amé o amo, te puedo decir en verbos imprecisos de verdad.

La vaguedad de lo sentido sucedía al placer, los surcos imaginados de la mano del hombre imaginario decoraban aquel cuarto de pensamientos desoídos: nada, es la nada: todo.

El hombre divino desde su voz templada mecía mi viaje a la nada, mi tránsito por el amor, mi piel por la vida. Vida, en ese cuarto pétreo y escondido había vida, vida, vívida existencia de ser, presencia de dos que no se miran para amarse, que no se tocan para no olvidarse, que se besan para recordarse, fundiéndonos, atravesándonos, abrazándonos, mezclándonos, comunión de impurezas que inventamos para cobijarnos y decirle al otro: estás vivo.

Sabes, creo que no existe ni se precisa la palabra exacta, sin embargo creo que en amor aún cabe la infinitud de intersticios únicos entre el placer, la vida, el hombre eterno y la mujer invisible que es, fue y será aquello.

Esta bien, está bien, mírame bien a la cara: ¿te das cuenta que cuando te sonrío mis ojos también sonríen? pues eso, eso es.

Nanopops.xls

Soy "magistral", ¡pero me faltaron 6!!!!
Para perder mucho tiempo:
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Internacionalización dicen que Buarque dijo

Me llegó esto por mail, imagino puedo dudar de su veracidad, pero más allá de eso, lo que ahí se lee merece ser leído.

Durante un debate en una Universidad, en Estados Unidos, le preguntaron al ex-gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de Educación, Cristovão Buarque, que pensaba sobre la internacionalización de la Amazonia. El joven estadounidense introdujo su pregunta diciendo que esperaba una respuesta de un humanista y no de un brasileño. Esta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:

"Realmente, como brasileño sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro. Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás que es de suma importancia para la humanidad.

Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio. De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las Reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.

También, antes que la Amazonia, me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer sólo a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.

Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos, Manhatan debería pertenecer a toda la Humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Rio de Janeiro, Brasília, Recife; cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.

Si EE.UU. quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares de EE.UU. Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil. En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda. Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del Mundo tenga la posibilidad de COMER y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merece los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar, que mueran cuando deberían vivir.

Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo. Pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia sea nuestra. ¡Solamente NUESTRA!"

(bien dicho).

Mención a mi Venerado Sony Wega

Mención a mi Venerado Sony Wega

La invención de la máquina de escribir no hizo mejores poetas, dijo Milton Gleiser una vez. Gleiser es un chico que dice frases bonitas.
La invención de la tv es lo mejor que ha podido pasarnos. Decir que la tv es tonta es un maltrato al aparato más adorado que poseemos. Millones de imágenes en 14, 21, 25 o 29 pulgadas, a 525 o 625 líneas. Aún me sorprende tanta visión. Y cuando creímos que nada podía ser más perfecto, nos regalaron la extensión sublime: el control remoto. Qué éxtasis.
Ante semejante maravilla de la invención humana, he decidido darle a mi tv el carácter de ícono de adoración.
Mi bello Sony Wega: amo y señor de mis deseos y voluntades.

Me ha dicho mi nuevo amo cosas que no imaginé posibles.

Mi Venerado Sony Wega. 1ra. Revelación:
El ángel obediente viaja junto a la vestal de la noche. Su misión cubrirá de bondad y alegría a los enviados por la paz. Oireis sus voces vitoreando canciones de bienvenida. Oh sí. Hossana en la tierra.
Bienaventurados los pobres muertos de hambre que serán alejados del dolor y la miseria gracias a la infinita sabiduría de los enviados por El Venerado Sony Wega.
Así sea.

Don Juan

Don Juan

Por pura ley de caos absoluto, el corazón de Petra circula por caminos distintos de su pensamiento y, como Pinky y Cerebro, cada cual funciona a su modo: su corazón suele ser torpe, tierno y divertido; el pensamiento obsesivo, poderoso y ridículo. Pero no existe Pinky sin Cerebro, y viceversa.

Le digo que amar cuesta tan poco y siempre parece salir tan caro ¿no?. Me dice que no la convencen los fracasos, que cree en el amor como cree en que existe el átomo -que nunca ha visto-. Me repite que el amor existe y cuando siente su roce, sólo sabe una cosa: nada la puede hacer más feliz.

¡mmmhhh! amor, comida, sexo y política... qué buena combinación. ¡Qué extraordinaria es la vida!

-¿No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla más clara la luna brilla y se respira mejor?-,
-¡mmmh! ¡Don Juan!... ¡Don Juan!...-.


Don Juan, pobre víctima de su piel narcisista y su espíritu amante.

Querida amoresimposibles:
Mucho me temo que circulan hombres cuyos modos provocan ilusiones insospechadas, hombres sensuales de los cuales uno podría perder la cabeza y no echarla de menos. Maestros de la galantería, del modus operandi femenino, con clase hasta para estornudar; pero... también se les hace y no dejan de ser el personaje sin llegar a ser nunca una persona. Al desnudo suelen ser hombres reales, con deseos y necesidades reales y cuando se les descubre, se desanamoran de sí mismos (su gran mal amor) y buscan otra musa para volver a amarse. Suelen ser un fiasco -a veces- los Don Juanes en esta época... y, por cierto, la monjita Doña Inés ya no existe y si no se reforma el libreto, están condenados a la extinción.
Dra. Petrova

In-conexiones políticas

In-conexiones políticas

Negligencia, inercia son las definiciones de la RAE para la desidia. Desidia es lo que he notado en mi carácter últimamente cuando de temas políticos se refiere, entiendo la necesidad de pensar, de actuar, leo lo que hay que leer y lo que no. Comprendo a los buenos muchachos hablando de desarrollo, y del sostenible. Y bueno, en Chile poco hay que preocuparse de desarrollo sustentable, supongo, habiendo tanto problema doméstico por resolver. Que más da unos cuántos pobres, unos cuantos bosques menos o un mar contaminado. Si total no contaminamos el 25% que contamina EE.UU. (5% de la población mundial) con sus gases.

Cuando era pequeña, tuve una infantil admiración por la alemana -entonces del Partido Verde- Petra (bello nombre) Kelly, quien murió muy joven y de forma extraña. La admiraba porque tenía un talante poco común para enfrentar los temas políticos y se acercaba más a mi pequeño mundo infantil de ositos de peluche, animalitos y jardines secretos. Supongo que me sentía muy cercana a defender los derechos de mi pequeño mundo. No iba a ser negligente a que alguien destruyera aquello. Pero las vueltas de la vida lo hacen crecer a uno, el pequeño mundo se hace grande y más aún: infinito. No me voy a poner a defender las ballenas blancas ni los arrayanes, pero me da comezón reconocer, que al igual que quienes dicen gobernarme, no estoy ni ahí. Por eso escribo, quizás, para aliviar la comezón. Y se alivia, sí que sí.

Nos miramos el ombligo pensando en los malos que matan, en los buenos que sufren, en el miedo que acecha. Soy buena, Señor. He sido mala, Padre. Lo dice este ombligo distante que pareciera no pertenecerme ni aún en el beso de quien dice amarme; ombligo sin madre que busca a dios en lo imposible, en lo indecible, en lo irrepresentable.

Pero, más cerca, la tierra dice otra cosa, le dice al hombre del campo que viene el tiempo de siembra. Dice la mitología que Perséfone ha sido raptada por Hades, le recuerda al alérgico que su padecida primavera se aleja un rato, sin más, sin bondad, sin maldad y que no hay avión que exista salvo en la metáfora reinventada para compartir complacencias.

Y bueh, otro día hablaré de juezas sin intimidad, políticos pedofílicos, negocios turbios, campañas corruptas y esas vainas.

Ghost town

Interesante link sobre Chernobyl

Jung y Spielrein en aymara

Jung y Spielrein en aymara

La representación burda que se nos ofrece, y que solemos producir, esconde a veces la vibrante, sensual e intensa realidad de lo que se pretende ignorar en este proceso de vivir -y aprender- en el ensayo y error . ( = pensamiento ocioso).

Tengo entendido que los aymaras cuando hablan de historia se refieren a ésta como algo que se dice fue, ya que lo que a ellos no les consta no les es real:

Aunque ocurrido hace casi un siglo atrás, y sólo en los ámbitos especializados, poco se habla de la “intensa” rusa Sabina Spielrein. Dicen que ella era una mujer histérica psicótica que siendo paciente de Jung a los 20 años fue también su amante por varios años. Se dice que Jung le consultaba a Freud por ella. La Spielrein terminó con Jung [quizá cuando la esposa de éste puso las cartas sobre la mesa ;) ] y terminó sus estudios de medicina siendo el mismísimo Freud uno de sus principales tutores. Dicen que soñaba con tener un hijo de Jung, para unir lo ario y lo judío y que soñaba también unir a Jung con Freud. No le resultó nada de eso. Dicen que Jung se excusó con que “ella lo acosaba” frente a las acusaciones de “incestuosidad psicoterapéutica” de Freud. Y dicen, además, que después de salir de la vida de Carl y Sigmund, hasta psicoanalizó a la señora de Piaget y le dio mucha luz a los estudios sobre psiquiatría infantil, la esquizofrenia y otros campos, estudios que Freud tras ignorar en principio recogió posteriormente para los suyos propios. Dicen que, tras regresar a Rusia, murió el ‘41 durante el exterminio judío, junto a sus dos hijas.

Lo único en castellano que encontré de esta mujer por la red fue algo de un diario: "Desafío porque he de realizar algo noble y grande, y no estoy hecha para lo cotidiano. Se trata de una lucha de vida o muerte. Si existe un Dios Padre, él me escucha: Ningún dolor me es demasiado insufrible, ningún sacrificio demasiado grande, para impedirme cumplir con mi destino sagrado". (massa fort, oi?).

No sé porque hay poco escrito de ella, me pareció tan interesante su trayectoria, pero creo que Jung (frescolín) le achuntó medio a medio cuando decía que en nuestra cultura estamos dominados por el ánimus (¿lo habrá comprendido observando a la Spielrein?).

Oí decir al psiquiatra -chileno- Lolas tiempo atrás en un foro-académico, serio y formador: si a la universidad de Harvard o Yale se les ocurría mañana instaurar una cátedra de astrología -sin ánimo peyorativo-, nos aseguraba que hacer un foro panel académico sobre esa materia no iba a ser entonces para nada cuestionado, ni menos “mal mirado”.

¡ah! ¡el poder del logos!

En fin, la intención queda -como suele- en entrelíneas.

Animus Anima...

---> creo que lo dice mejor que yo

la pasión

la pasión

Lo recuerdo muy bien. Los versos de Santa Teresa suscitaban mi curiosidad, quizás lo hacían por la insistente recreación que la Hna. Cristina hacía de ellos. Había un brillo especial en sus immensos ojos azules cuando le tocaba hablarnos de la prosa de la escritora santa. Por momentos, ella traspasaba en mí “algo” que no comprendía, pero que nos atravesaba a las dos y la santa de Ávila lo decía en pocas palabras. Tenía diez años, poco más tal vez.

Su excusa era hablarnos de ascetas y místicos en alguna clase de literatura. Pero ni San Juan, tan amigo de Teresa de Jesús, o Fray Luis de León podían encender ese brillo en sus ojos. Sus cejas se alzaban con vehemencia cuando contaba la atrocidad de la santa desmembrada, luciendo su brazo amputado como una reliquia mágica en la oscuridad de alguna catedral.

“Ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí
y yo soy para mi Amado.”


Al salir al recreo, solíamos junto a una amiga ir a la capilla del colegio. Nuestro fin era descubrir una antigua puerta que se suponía había en ese lugar y conectaba con ciertos túneles de la época de la guerra civil. Las historias que se contaban de ese lugar obligaban a realizar el hallazgo, nunca se sabía si habríamos de descubrir algún secreto no dicho. Sin embargo, nunca lo descubrimos, el azar impuso su decisión de no develar misterios ya que siempre fuimos sorprendidas. De regreso a clase y saliendo de la capilla, nos encontrábamos frente al Cristo crucificado. Hacíamos la genuflexión de rigor, un poco asustadas, otro poco decepcionadas de nuestra desventura arqueológica. Y volvía a mí “aquello”:

“Y si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
Que muero porque no muero”.


Era tanta mi curiosidad que me compré una postal con los versos de la santa, lo coloqué en la portada de mi cuaderno de literatura. Era una postal con una horrible ilustración imitando un pergamino y escrito sobre él los versos del hall of the fame de la literatura ascética-mística:

“Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.”


La santa, decía mi tutora de ojos azules, era coqueta y altanera. Era mujer y escribía. Poseía cualidades increíbles.

Esta tarde recordaba a la santa, a la Hna. Cristina y mis primeros pasos en el mundo de la pasión. Pensaba en la otra pasión, la necesaria de ser mostrada y que un australiano pseudofanático llevó a la imagen: un Cristo sofocado de dolor y violencia, un pueblo hambriento de dolor ajeno, morbo y miseria.

Pero, por un momento, centré mi pensamiento en el protagonista de toda esta historia. Por un momento la idea de Cristo y lo humano. Crucificado cada año, una vez por año. Dos mil veces crucificado.

“Un alma en Dios escondida,
¿qué tiene que desear
sino amar y más amar,
y en amor todo encendida,
tornarte de nuevo a amar?”

misterio # 2.008

misterio # 2.008

Por la noche acechan, son los ánimos encubiertos por la luz del día, son esas sombras que no te dejan ver la luz, por la noche escuchas la verdad de lo que en el día el ruido no permite.

Por el día se levantan los ánimos confundidos con los pasos de los que caminan rumbo al infierno, con los que caminan ilusos a la casa de quien no les espera. Es el día el que oculta la verdad y la noche, en su incomprendida luz, es la que les da y otorga la única felicidad.

// el // evento //

// el // evento //

Carla estaba revisando su closet para encontrar una chaqueta adecuada. No encontró ninguna y fue al living a decirle a su hermana Beatriz que tendría que pedirle a la Pelusa, la prima de ambas, aquella que le vieron en el cumpleaños del Ciro. Ambas coincidian en que esa chaqueta era preciosa, además quedaría súper bien con los pantalones que se compró el año pasado y que no se puso nunca. Carla había subido de peso el año pasado y recuperó su figura gracias a una diabólica dieta y la sublime voluntad de verse como chica de film francés de culto. Beatriz miró con cara de espanto a su hermana y le gritó: -¡galla!, ¡no tengo zapatos!, no puedo ir con éstos, son muy fashion, ¡necesito algo más formal!, chuuta ¿qué creís puedo hacer?-.
Carla comprendió que ya se le doblaba la preocupación. Era cierto que Beatriz en su afán estilístico sólo compraba zapatos estrambóticos y aquello no era ocasión para snobismos. Además que calzaba un número más que ella. De repente, tenían otro problema que resolver. Cómo si ya no hubieran suficientes.
Partieron al mall, decididas a terminar con sus problemas y recorrieron ávidas de soluciones las distintas boutiques. Zara le proporcionó una revelación a Carla: una chaqueta de estación negra, rebajada de precio y que además tenía el corte perfecto que requiere una musa de film francés de culto. Sentía que el mundo se hacía cómplice de sus deseos. Ya no le importaron las caras de disgusto que colocaba Beatriz, durante el café obligado de sus salidas a mall, al comentarle de los horribles zapatos -de monja de claustro- que se había comprado.
Regresaron a sus casas, una con el mundo a sus pies y la otra con deseos de comprender porqué a los pies había que vestirlos de sobriedad.
Pelusa llamó por teléfono a Beatriz para decirle que ya no tenía la chaqueta del cumpleaños de Ciro, pero se alegró de saber que ya no era necesaria. Después de comentarle que ella ya tenía el traje, que se pondría algo de color, que después de todo si era sobrio daba lo mismo, le preguntó si alguna había llamado por teléfono para saber algo más.
Beatriz fue la encargada de hacer el llamado de ese día, se turnaban, entre las tres, quien llamaba cada día.
Al colgar el teléfono, se preocupó de llamar a su hermana y a su prima para hacerles saber de las noticias del día.
-Carla. Llamé. Amaneció peor. Aún no come bien. La Lucita cree que no pasa de este fin de semana, y estaba pensando de que si es así, tal vez debieras decirle al mecánico que vea de tenerte el auto el viernes, el José ya compró el ataúd, así que ya está todo ok, sólo falta que el viejo se muera-.

I see people...

I see people...

Introducción
Anoche me fui a dormir con la idea del “ego”. “Ego suum caesar” pienso cada vez que oigo esa palabra. Icarus me lo recordó en una charla digital. Su ilustración de la Medusa de serpientes divertidas me dejó una estela de pensamiento que la vigilia transformó en un sueño extraño.

Desarrollo
En ese sueño pasaban cosas raras: desde que tomaba té, cosa que jamás hago, hasta lucir una faldita afranelada, de colores liláceos, algo que mi ojo obeso de fashion style detesta. Pero lo más extraño era la imagen de un caballero, del más puro estilo Señor de los Anillos (puede ser 1 y 2, la 3 la tengo pendiente) ¿Vigo Mortensen? Sí, era mi sueño después de todo. Vigo estaba de rodillas mirando el cielo. Alzaba una espada y en un gesto de ira profunda la arrojaba al cielo. Quería -yo sabía lo que quería, esa magia de los sueños- derribar las nubes y hacer una tormenta para desatar su ira sobre los hombres (juro que sólo me tomo un vaso de leche antes de dormir). Instantes después la espada caía sobre él, física básica que mi Vigo no captó, y -aquí viene el quid del sueño (introduzcan música de quid en sus mentes por favor)-: caía sobre su boca, atravesando su garganta.

Epílogo
Mis sueños no son violentos así que lo anterior puede ser para todo espectador, no había sangre ni nada por el estilo. Lo más horrible era esa faldita –demodeè- que me puse para soñar.
Desperté como siempre, pero. Pero.

PostScriptum
Sin embargo, hoy recibí otro mensaje del más acá: si no te atreves a decirlo no lo vas a decir nunca.

Ideas para reflexionar. (Se recomienda que no en catequesis).
1.- Ego suum petra_buena_para_soñar.
2.- Vigo Mortensen sale gratis en mis sueños.
3.- Di lo que quieras, pero ojo que lo que dices te puede atravesar la garganta.
4.- Quizás debiera usar faldas alguna vez. Pero no lilas.
5.- Gracias Icarus.

Jou Jou Jou

los chicos de Google, además tienen humor...

EN EL OMBLIGO DEL MUNDO

EN EL OMBLIGO DEL MUNDO

SANTIAGO DE/RE/PRIMIDO: SEMBRANDO UTOPÍAS.

"Se nace para amar, lo otro es un pretexto para creerse vivo", dice el prólogo de una canción.
Santiago en su depresión se seca, se reseca, se desenamora. El amor "es más fuerte" vocifera el líder de la Iglesia cristiana. Salió de la mano del poeta romántico, de la doncella púber al tapete de la ciencia y -malo, malo- el amor es un misterio. Pero existe.

Existe ese amor del Octavio Paz, el del fuego original y primordial: la sexualidad, que levanta la llama roja del erotismo y ésta, a su vez, sostiene y alza otra llama, azul y trémula, la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida. Existe el amor de Unamuno, de joven se enloquecía por las piernas de su amada, ya de anciano, si a ella le dolían, a él también. El amor de Sta. Teresa que moría porque no moría. Existe el amor de Teillier que inventó el azul, o el de Neruda amando el amor que se reparte en besos, lecho y pan.
Existe el amor que se profesan la Jennifer, esa jovencita embutida en un desgastado uniforme a la medida, y Andrés, ese galán peinado a la gomina y que siempre parece renacer al ritmo de alguna canción ochentera. El amor de Francisca, que batalla entre pañales, Barneys y alumnos que adolecen de imortalidad; y el José, que sortea a tientas la vida administrativa. El amor de Genaro, cuarenta y dos años de recoger la sonrisa de Rosa, que ya ni se acuerda muy bien del año en que estamos. Existe el prohibido amor de Carlos, desgastándose en la mirada de su amado enfermo. El amor en brazos de Alfonso con su hija azotándole la mejilla. El amor de Luis abrochando los zapatos de su hermano chico Sebastián. El amor de Cristián dedicado a curar niños nigerianos. El amor de Lucía que cree aún en el viejito pascuero y quiere saber su e-mail...

El amor existe, el amor libera, el amor cura. Santiago se ha de enamorar.
Santiago necesita amar.

.: Gracias Roberto :.

de Relatos para Lilith / Fragmento de la historia de María x contar / http://www.estancortoelamor/yestanlargoelolvido.cl

María era una mujer que no emitía sonido alguno. Cuando nació, pensaron que era muda, o que tenía algún defecto físico; pero no. María no emitía ruido ni al desplazarse con sus elevados tacones. Si no la veías, no te enterabas que existía, sino sentías su aroma -a jazmines por cierto- no la veías nunca.

La ciencia había estudiado profundamente su caso. El año ‘90 se la llevaron al mítico MIT para hacerle unos estudios. ¿Porqué esta mujer provocaba que ningún sonido saliera de su frágil cuerpo? La estudiaron seis meses un grupo de académicos y no supieron dar respuesta a semejante fenómeno. Para comunicarse aprendió el lenguaje de los sordomudos, ya que hablaba y no se le oía nada.

María era el silencio hecho mujer.

Aún a pesar de su “defecto”, María se enamoró de un cantante de boleros. Se cautivó de él desde la primera vez que le oyó cantar, la voz de aquel hombre emitía todos los ruidos que su negación podía hacer. El comprendió que el silencio de María la acompañaría para siempre. Desde que se conocieron, se han amado con sus aromas y sus sonrisas. Tuvieron hace poco una niña. Le llamaron Ana, como la abuela. Al nacer ésta, ambos oyeron el estruendoso llanto de la pequeña… pero no la vieron. Ana, la pequeña, no se veía.

Ana es invisible, pero a sus tres años canta boleros y huele a jazmines.

Isabel en 60 minutos

Isabel en 60 minutos

Isabel despierta por la alarma del despertador. Son las seis. Se levanta y conecta el hervidor, se ducha, cepilla sus dientes y seca su cabello, se maquilla. Se sirve un café mientras plancha una blusa azul y una falda negra. Lustra sus zapatos, se pone las medias, la blusa y la falda. Saca la billetera, cuenta las monedas, organiza su bolso, se pone su chaqueta, busca las llaves y sale de su casa. Son las siete de la mañana.

Sintagma Nominal: Isabel

Sintagma Verbal: despierta, levanta, conecta, cepilla, seca, maquilla, sirve, plancha, lustra, pone, saca, cuenta, organiza, busca y sale.